Hace tiempo dije que eras perfecta,
Porque con tus palabras soñaba,
Aunque estas fueran incorrectas,
Y otro nombre estas nombraban.
Tu cuerpo que me deja callado,
Y las ganas de besarte todo el día,
Jamás de los jamases habían cesado,
Ni las ganas de hacerte mía.
Este corazón te había elegido,
Y terco sigue contigo hasta el final,
Porque a mi pesar no había podido,
Dejarte atrás, alma de cristal.
Una vez dije que eras la mujer perfecta,
Y esta noche te lo vuelvo a repetir,
Qué lástima que sea una noche obyecta,
Porque hoy en otros brazos has de dormir.

No hay comentarios:
Publicar un comentario