Desde anoche salí de cacería,
No dejé ni sueños en mi almohada,
Me lo traje pa’ soñar de día,
Y de noche asesinar hadas.
Quiero saldar las cuentas con ellas,
Porque ya no creo en fantasías,
De mujeres cubiertas de estrellas,
Que me aman y hago mías.
Los trabucos son mis sueños frustrados,
Y mi armadura es el escepticismo,
Mi ejército son los tontos enamorados,
Que tienen como objetivo el mismo,
A atraparlas y exterminarlas,
Por ilusionar solamente en vano,
En este desvarío, voy a eliminarlas,
Por enamorar a ingenuos como yo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario