Y sentir lo que tú estás sintiendo,
Y saber cómo pasas los malos ratos,
Saber si lloras cuando estás sonriendo.
Amiga, déjame estar contigo,
Que sientas mi mano en esta soledad,
Yo quiero ser solamente tu abrigo,
En esta noche fría de tempestad.
Amiga, quiero escucharte simplemente,
Cuando nadie quiera hacerlo,
Quéjate de todo y llámame demente,
En tu ángel guardián, quiero serlo.
Te haré sonreír en tus días difíciles,
Hablaremos de todo lo que quieras,
Del rímel o de las telenovelas,
O de todas tus prendas textiles.
Te daré todo tipo de consejos,
De belleza o de esos de amor,
Nos podemos ir, si quieres, muy lejos,
Yo te ayudaré a curar el dolor.
Solo quiero que sepas que soy tu amigo,
Loco y diferente de todos los que tienes,
Solo quiero que sepas que cuentas conmigo;
Por ahora reposa sobre mí tus sienes.

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